Las habilidades financieras que aprendes durante tus años de adulto joven pueden afectar significativamente tus decisiones cuando seas mayor. Es importante que comprendas los conceptos básicos y desarrolles hábitos saludables a una edad temprana para administrar eficientemente tus finanzas en los años venideros.

Una buena forma de comenzar es a través de la organización. En la actualidad existen opciones que te permiten conectar tus tarjetas y hacer tus pagos de forma centralizada, para que toda tu información se organice en un solo lugar. Así puedes ver en qué gastas. Una buena opción de pago siempre ofrecerá que no haya cuotas de mantenimiento mensuales, como Paxum, donde puedes ahorrar y mantener un registro.
Algunas habilidades vitales que debes tener en cuenta
- Establecer metas financieras. Te dará una razón y el impulso para mantenerte motivado. Si no tienes un plan claro de para qué estás ahorrando, lo más probable es que gastes el dinero que tanto te costó ganar en algo que no tiene un valor sustancial.
- Definir objetivos. Define cuidadosamente tus objetivos a corto y largo plazo. ¿Estás ahorrando para la jubilación o planeas formar una familia? ¿Tienes planes de ser emprendedor o estás mirando una casa en el mercado? Asegúrate de que tus objetivos financieros sean realistas, factibles, específicos y cuantificables. También debes establecer un cronograma para estos objetivos para asegurarte de mantener el rumbo.
- Crear un plan para tu futuro. Una vez que hayas establecido tus metas financieras, ahora puedes crear un plan para alcanzarlas. Visualiza cómo quieres que sea tu futuro y elabora un plan financiero que coincida con tu vida. Para hacerlo más fácil, comienza con un plan de tres años, luego trabaja en metas adicionales. Sé honesto contigo mismo y tómate el tiempo para desarrollar tu plan financiero.
- Presupuestar tu dinero. Una de las habilidades básicas en las que debes trabajar como adulto joven es la elaboración de presupuestos. A medida que crezcas, el alcance de tu presupuesto se volverá más complicado, por lo que debes tener una base sólida desde el principio.
- Ahorrar para emergencias. Como adulto joven, es posible que aún tiendas a depender de tus padres para tus compras de emergencia. Sin embargo, este hábito solo puede convertirte en una persona dependiente que solo puede sobrevivir dependiendo en gran medida de otra persona. Debes crear un fondo de emergencia para cubrir gastos inesperados. Lo último que quieres hacer es maximizar tus tarjetas de crédito cada vez que te quedes sin dinero.
- Separar tus necesidades y deseos. Si todavía vives en casa, es natural que dependas de tus padres para tus necesidades básicas. Sin embargo, una vez que comiences a vivir de forma independiente, debes separar tus necesidades de tus deseos.
- Comprender la tarjeta de crédito y las tasas de interés. Si se usan correctamente, las tarjetas de crédito pueden ser excelentes herramientas para construir tu crédito. Muchos adultos tienen el hábito de usar sus tarjetas de crédito en sus compras diarias y les permiten acumular cargos por intereses.